Radio Coctelera: Especial La calle es nuestra

El pasado domingo 21 de septiembre algunas personas de Radio Almaina nos tiramos a la calle y montamos nuestro estudio portátil en la Plaza de la Universidad, en pleno centro de Granada.

Desde allí quisimos hacer un llamamiento a tomar la calle, a utilizar el espacio público para desarrollar nuestras inquietudes políticas, artísticas, laborales, de ocio o de cualquier tipo, porque la calle es nuestra siempre, no sólo cuando nos dan permiso para usarla, no sólo cuando se acerquen las elecciones y el ayuntamiento decida ponerse una medalla . Así que aprovechamos un evento que organizaban algunas asociaciones granadinas para hacer una  reflexión acerca de  cómo nos están limitando el uso de la calle privatizando los espacios públicos y controlando las actividades que en ellos se puedan realizar, a base de ordenanzas y leyes,  lo suficientemente ambiguas como para englobar casi cualquier cosa, y que incluyen sus correspondientes multas y sanciones altamente disuasorias.

Para ello contamos con varixs invitadxs que viven este tema bastante de cerca:

Hablar de usos de la calle, de control social o de la ordenanza incívica de Granada y no pensar en Grupo de Estudios Antropológicos La Corrala, es bastante difícil. Así que les invitamos y vino Ari. Ellxs son un colectivo que lleva desde hace unos años analizando, desde la autonomía y con un claro propósito político, la ciudad de Granada. Muestra de ello es su ultimo libro ¿Por qué no nos dejan hacer en la calle? Prácticas de control social y privatización de los espacios en la ciudad capitalista.

También nos acompañó Manu, un artista de calle que nos contó como ha sido la experiencia de este gremio antes y después de lo que tuvieron el atrevimiento de llamar “Ley de Convivencia”. Y como ellxs se tienen que enfrentar al criterio de policías que  tienen el poder de decidir si lo que hacen es molesto y por tanto digno de multar o es artístico y por tanto permisible.

Y por último nos acompañó El Niño de la Pinturas, para hablarnos de una de las mayores relaciones de amor odio que vive esta ciudad: nos referimos al graffiti. Sin duda una de las actividades más sancionadas en las calles de Granada, con multas que a veces rozan lo absurdo (por la cuantía y sobre todo por la argumentación), pero que cuando conviene es utilizado como reclamo turístico por el ayuntamiento, por un lado sanciona y por otro saca provecho, ahí queda eso.

Y eso fue todo!

Para nosotrxs fue una gran experiencia, así que esperamos repetirla más a menudo….

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